El alma y colorido de Santiago está en el corazón de la ciudad. Allí, entre banquetas roídas por los años, árboles de distintas especies, una fuente y un odeón que cobija presentaciones varias durante la semana, se congrega ese universo de migrantes que hacen vida en Chile. Una representación minúscula, pero potente, de energías diversas.

La efervescencia se respira y se siente en Plaza de Armas. Hay euforia, tristeza, añoranzas, esperanzas, ideas, desconcierto, certezas… Es un sitio obligado, bonito y lleno de historia.

Es raro que un migrante promedio salga a hacer turismo. El dinero no suele sobrar para esos menesteres. Pero, Santiago es una ciudad amable que te permite caminarla sin la zozobra de la delincuencia que arrebata vidas por un celular. Sí, roban, y por ello hay que estar pendiente de esas pocas cosas de valor que ostentamos, como el móvil que nos permite escuchar, ver y leer a nuestros seres queridos, hoy a muchos kilómetros de nosotros. Pero, los asaltos, aunque sorpresivos, no suelen ser violentos y eso un venezolano lo agradece.

Plaza de Armas es de mis lugares favoritos. La energía abraza y consuela y no es costoso llegar. Un pasaje en micro, o en metro, es suficiente para respirar un poco de esperanza.

Además, la Catedral de la capital chilena engalana el paisaje y mitiga angustias.  El edificio del Correo Central de Santiago y el Museo Histórico Nacional alegran la vista y nutren el espíritu gracias a esa historia chilena llena de luchas, victorias, esperanza, dictadura, democracia, trabajo y amor por sus costumbres.

Todo se puede disfrutar sin gastar un peso para entrar; a cambio, termina uno con un baño de conocimiento esencial para comenzar a sentirse parte de este destino escogido para labrar un mejor futuro.

¿Cómo llegar? Fácil. En metro es la mejor opción. La estación que lleva el mismo nombre desemboca en la propia plaza. En www.metro.cl te da el recorrido desde donde estés.

Si prefieres tomar una micro, con la aplicación Moovit te ubicas de inmediato y hasta te avisa cuando debes bajar.

De tu casa puedes llevarte algo para comer y beber. Así ahorras todavía más y disfrutas un montón porque caminar es un verbo que se puede conjugar sin problema.

Gracias por esto y más, Santiago.

One Comment on “Plaza de Armas, energía migratoria

Nicolialia Pizzeria
09/30/2019 at 5:56 am

Hi, its nice paragraph about media print, we all be aware of media is a
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